EN EL CAMINO.
Desde hace muchos años he tenido el privilegio de practicar la bicicleta de montaña. Desafortunadamente una rotura de clavícula reciente, provocada por una caída cerca de Navarredonda, me ha dejado en el dique seco. El ejercicio de este sufrido deporte me ha deparado momentos inolvidables, visiones de parajes que difícilmente hubiera podido conocer, esfuerzos sobrehumanos, locuras suicidas y otros muchos avatares que he ido reflejando en multitud de fotografías que iré publicando. Sirva esta primera exposición como homenaje a mi hermano José María, auténtico guía ciclista, experto conocedor de numerosos caminos y rutas de nuestra geografía, impulsor y mantenedor de mi afición, el mejor compañero posible en un sinfín de jornadas inolvidables.