No desde hace mucho, cada 28 de Diciembre, además de celebrarse el día de los Santos Inocentes (cruel evento quizás más creíble ahora con los actuales bombardeos en la ciudad siria de Alepo), nuestro solitario guía rutero conmemora la fecha en que don Pío Baroja , el único tal moldeado, el auténtico especimen libertario, vio la luz primera en este mundo, allá en la ciudad de San Sebastián, año de 1872, cosa tan antigua que nos parece ya más estampa de " La Ilustración Española y Americana " .Y en esa fecha señalada un pequeño grupo de admiradores del escritor guipuzcoano, su recuerdo siempre perenne, nos juntamos alrededor de la estatua erigida en la cima de la Cuesta de Moyano de Madrid para rendirle un merecido, trashumante y peregrino homenaje. Ruta cuyo guión se articula como un "flashback " cinematográfico, un retorno consentido, un camino inverso en la historia del escritor como vecino de Madrid. Desde esa cuesta de Moyano , con sus casetas de madera de libros...