LA BUSCA
CAN "TAGO-MAGO" Ignoro las razones por las que me empeñé en la absurda idea de descubrir algo, ocurrió en uno de esos escenarios de tardes vacías, medidas por el rabillo del ojo del reloj de arena. He de confesarles que en el transcurso de esos días anduve bastante fastidiado, padecía un fuerte dolor de muelas, de los antiguos, y mientras tanto intentaba aliviarme con lecturas de libros de viajes, improvisaba comidas caseras y cumplía sin falta con la rutina de las bajadas a la ciudad para visitar a mi madre. Me entretuve, lo recuerdo bien, comprando algunos regalos de cumpleaños, prescindí absolutamente del alcohol, y ese esfuerzo no tuvo recompensa porque bajo los efectos colaterales del antibiótico me encontré con lenguas de estropajo y lineales de excrementos color bebé. Pero, a pesar de esas señales tan equívocas, la permanente id...