FUCHSIA (1971)

 


Anne Marie Anderson ha ilustrado la cubierta del único disco de Fuchsia. La pintora inglesa intenta representar el inicio de un exorcismo practicado a una bella mujer joven. En sus ojos aun se mantiene la equilibrada luz del cuarzo, los labios han inmovilizado una palabra de arrepentimiento que nunca saldrá de su boca. De la melena negra cae una cascada de serpientes, su figura encarna la de una gorgona enredando entre sus pliegues a los tres miembros masculinos de la banda. Luce alrededor de su cuello una cinta rematada por una enigmática insignia, el color amatista coincide con la lumbre apagada de sus ojos, de sus labios mortecinos, con el color de la blusa.

Fuchsia fue una banda única, así como único fue el disco homónimo que grabaron en el sello Pegasus en 1971. Formado inicialmente por tres estudiantes de la universidad inglesa de Exeter, Tony Durant (guitarras acústica y eléctrica), Michael Day (bajo) y Michael Gregory (batería y percusión), incorporan poco tiempo después a otras tres compañeras universitarias, Janet Rogers y Vanessa Hall-Smith (violines) y Madeleine Bland (cello, piano y harmonio) El nombre Fuchsia proviene del libro "Titus Groan" (parte integrante de la trilogía fantástica de "Gormenghast" del escritor e ilustrador Mervyn Peake) y se atribuye a Michael Gregory la idea de utilizarlo como distintivo de la banda. La montaña de Gormenghast tiene forma de garra y coincide con la zarpa leonada del escudo nobiliario de Michel de Montaigne.

Los antecedentes de Tony Durant, líder de Fuchsia, se remontan a 1966 cuando forma parte de Louise, un grupo que, amparado por la University Student´s Union, transita entre la bulliciosa escena progresiva del Londres de entonces. Junto a Tony se encuentran Chris Cutler, destacado miembro de unos posteriotes Henry Cow (no recuerdo si fue él o fue Fred Frith el que me firmó su autógrafo en una bota de vino al finalizar un concierto en un Colegio Mayor...) y Robert Chudley, músico que colaboró con Tony en la ulterior revitalización de Fuchsia (2005 y 2016).


El disco que les presento hoy es una reedición (2016) de Klimt Records, sello francés especializado en reanimar obras de bandas de cierta envergadura artística (Moving Sidewalks, Demian, Moloch, Josefus, The Legend / Dragonfly, Arzachel...). A la edición original se han añadido tres bonus-tracks. Todos los temas, a excepción de un par de ellos, han sido compuestos por Tony Durant. Obra grabada en los Sound Tecniques Studios de Londres en el verano de 1971, David Hitchcock (Aardvark, Black Cat Bones, Caravan, Savoy Brown, Nazareth, Genesis, Mellow Candle...) se ha encargado de la producción mientras Vic Gamm (también poseedor de un curriculum envidiable, Jethro Tull, The Deviants, Dr. Strangely Strange, Mick Farren, Trees..) ejerce de Ingeniero de Sonido. Con estos precedentes, y a pesar de que la grabación tan solo duró cinco días, el sonido y el acabado del disco es realmente bueno.

La primera impresión  (y esto es algo que persiste a lo largo de todo el álbum) es que la inclusión del trío de cuerda femenino otorga a la obra un plus inequívoco, tan es así que ese poso de música clásica llega a funcionar como una "grabación autónoma dentro del propio disco", una amalgama de ricos arreglos y matices melódicos que otorgan a este "Fuchsia" una suerte de suculenta gema artística.. 

Es esto algo ya patente desde el inicio en "Gone With The Mouse" (bellísimas imágenes aquí... "Three ships with black sails / Their wake-cast blood red by the sky ...") donde la sección de cuerda y los coros femeninos relajan la tensión de la base rítmica, la voz de Tony (mejor que voz, relato, algo que sucederá durante buena parte de la grabación) da forma a la narración de un protagonista de alma sensible. En "A Tiny Book", pieza de más de 8 minutos de duración, destaca un ritmo progresivo (muy a la Renaissance) que, junto a los arreglos de cuerda, refuerza los cambios de tono melódico. "Another Nail" impresiona por su puesta a punto inicial, desde el foso los miembros de la orquesta realizan un ensayo general, entra la base rítmica al trote y la voz de Tony va cambiando sabiamente la modulación según se va desarollando el tema. " Shoes And Ships" cierra la cara A y el paladar del oyente se recrea con esos dulces arreglos de cuerda, con los finger-pickings de la guitarra acústica. Ha concluido la primera parte del viaje.

El primer tema de la cara B, "The Nothing Song", una extensa suite de más de 8 minutos, resulta ser la canción del álbum con más sedimento dramático.. Alguien ha convocado a las brujas de "Macbeth" y la siniestra representación tiene lugar alrededor de un caldero en ebullición; existe una "antimelodía" en este corte, una avinagrada abstracción de contrapuntos melódicos que se agita entre la contundente base rítmica y los ácidos arreglos de cuerda. En "Me And My Kite" nos asomamos a un ambiente de inocencia contenida, aparece ahora la cándida figura de un Syd Barrett en plena forma, los arreglos de cuerda (otra vez) enriquecen el tema con holgura. "Just Anyone" cerraba la grabación original. Aquí se halla el tema más genuinamente folk-rock del álbum, una deliciosa melodía pop en el puente captura una y otra vez la atención del oyente. 

De los tres bonus-tracks incluidos en esta reedición, los dos primeros,"The Band" y "Ragtime Brahms" siguen aportando la sección de cuerda y los coros femeninos, continúa así el tan atractivo ambiente de los temas anteriores. El corte final, "Ring Of Red Roses" prescinde de esta fórmula y suena más a Fairport Convention y a Caravan. No deja de ser esta una pieza de su anterior época Louise, orientada al folk-rock más genuino.

Fuchsia se disuelven a los pocos meses de publicarse este su único disco. El nulo apoyo del sello discográfico y la falta absoluta de conciertos (incluida una gira promocional repetidamente pospuesta) provocan ese deagraciado resultado final. Muchos años más tarde (ya inaugurado este siglo XXI), la perseverancia de Tony Durant, junto a la colaboración de alguno de sus compañeros en la banda original, consigue una reactivación del nombre y legado de la banda. También contribuye a ello el prestigio de una obra que, según van pasando los años, convierte este "Fuchsia" en un muy merecido disco de culto.




Comentarios

  1. Vaya. La pobre Lady Fuchsia, cuya emanación inundaba de tal color los pasillos del castillo de Gormenghast por los que transitaba, sabiendo que era la "pariente pobre", la preterida...

    Y algo de eso hubo, y hay: sintiéndolo mucho, el grupo Titus Groan, que publicó un año antes su disco homónimo, es más interesante, tiene más pulso. No voy a negar que estamos ante de esos discos "oscuros" con encanto, pero es mejor el de "su hermano". En cualquier caso, llama la atención ese cuelgue que tienen los isleños con las historias entre gótico y fantástico: si gracias a la fantasía de Tolkien hubo un local llamado "Tierra Media" o grupos como Gandalf o Galadriel, gracias a Peake tenemos estos dos. Por cierto, que "Gormenghast" no es una trilogía por mucho que lo diga la Wikipedia y muchos otros: Peake tenía el plan inicial de hacer cinco libros, pero murió cuando apenas había empezado el cuarto. Fue más bien su editor el que pensó que sería comercialmente interesante vender esos tres libros como trilogía, cuando en realidad cualquiera de ellos tiene vida propia y se defiende bien en solitario.

    Por último hay que decir que, después de más de treinta años descatalogados en España, se han vuelto a publicar al menos los dos primeros (creo que el tercero está a medio hacer). Y se los recomiendo fervientemente a quienes disfruten con Tolkien: no es solo un cuento, es literatura de primer nivel.

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    1. Gracias Rick por tu interesante y rica aportación. He conocido la existencia de Titus Groan precisamente después de indagar en los antecedentes de Fuchsia, no puedo, por lo tanto, comparar ambos discos. Confío, desde luego, en la validez de tu siempre docta opinión.
      Me ocurre lo mismo con Peake, otra referencia desconocida con anterioridad. Soy aficionado a la novela fantástica-gótica, así que ya he guardado en mis "want-lists" las dos obras hasta ahora reeditadas del autor inglés.
      En cualquier caso, me ha gustado mucho recuperar esta única obra homónima de Fuchsia. Esa lograda conjunción entre folk-rock y música clásica le otorgan una riqueza y originalidad que no eran entonces tan comunes.
      Gracias de nuevo,
      Saludos,

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  2. Bueno, no conozco mucho a Fuchsia. Solo había oído algunos temas que salieron en recopilaciones por ahí. He aprovechado el momento, animado por tu comentario, para buscar este disco en la red. Me ha gustado bastante. Solo he notado, a veces, un exceso de arreglos de cuerda. Un pelín recargado para mi gusto, aunque en general suenan bien. Se agradece el relato.
    Saludos.

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    1. Creo que lo mejor del disco de Fuchsia reside precisamente en esos arreglos de cuerda, lo digo también en la entrada, adquieren tanta dimensión que suenan autónomamente, como si se tratara de un disco dentro de otro disco. Y ahí radica la excelencia de este trabajo, una obra, además, casi inclasificable, algo "extraña" a la época, en la que, salvo raras excepciones, apanas había cabida para la música clásica.
      Un disco este a tener en bien en cuenta.
      Gracias y saludos,

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  3. No lo niego, Javier. He disfrutado del disco siguiendo tu magnífica crónica. La cuestión es que he quedado un poco saturado de algunos arreglos al oír el disco entero. Oído en pequeñas dosis lo he disfrutado más. A veces me parece que le dan más importancia al arreglo que a la melodía central, o a la idea primera de la composición. Cosas mías. Lo que no quita que te agradezca la entrada. Saludos.

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