EL ANGEL SALVADOR
GENE CLARK "NO OTHER"
El año 1974 fue uno de los grandes en la edición de obras alineadas en un estilo semejante a "No Other" de Gene Clark. Neil Young con "On The Beach", Joni Mitchell en "Court And Spark", Big Star y su "Radio City" o Gram Parsons publicando "Grievous Angel". Todas ellas son aportaciones singulares a la música rock americana de la primera mitad de la década de los 70, un tiempo proclive a confirmar como desaparecido un sueño de apenas hacía 5 ó 6 años, todo ello regado con copiosas cantidades de polvo blanco para la élite artística californiana.
¿Qué tal si nos refugiamos en una serie de imágenes decadentes, ecos coloreados del "art-deco" de la década de los 20, espejos refulgentes de la belleza urbana, rascacielos y vehículos de atrevido diseño, el "glamour" más cinematográfico posible, incluso disfrazándome con un aspecto andrógino? ¡Total!, debió pensar el bueno de Gene...y, si además incluimos una serie de atractivas composiciones propias, incluyendo la ayuda del viejo camarada Doug Dillard (alguíen a aquién hay que reivindicar de inmediato), una producción con varios de los mejores músicos de entonces, Chris Hillman, compañero en The Byrds, Butch Trucks, distinguido batería en Allman Bros, o Joe Lala, genio percutor en Manassas, más otros distinguidos músicos de estudio, y, eso sí, un coro de mujeres que aseguren al oyente la cercanía de las "Puertas del Cielo" con sus angelicales voces, pues, ¡vamos allá!..., y para cerrar la apuesta ganadora contaremos con un productor completamente convencido para la ocasión, Thomas Jefferson Kaye, que además debía tener algún lazo de parentesco con uno de los primeros presidentes americanos. Y ya puestos, un doble album mejor que uno...Gene debía estar viendo las estrellas...,¡menudo sueño!
El capo de Asylum Records entonces, un tal David Geffen después señor de su propio sello, dijo que ni hablar y la cosa quedó un un único album con 8 temas y, eso sí, el visto bueno para que no faltaran medios para que la producción fuera de auténtico nivel. Así que, una vez todos puestos manos a la obra en The Village Recorder de Los Angeles, dió comienzo la grabación de una AUTÉNTICA OBRA DE ARTE. Sí, sin ninguna duda, y si ya Gene había dado más que sobradas muestras de su grandísimo nivel una vez fuera de The Byrds ("With The Gosdin Brothers", The Fantastic Expedition of Dillard And Clark", "White Light" o "Roadmaster", a cual más buena), en "No Other" las supera a todas.
Baladas de un country emocionante, psicodelia de elegantísimos acordes extendidos hasta la ensoñación, juegos de guitarra con unos "riffs" que ponen la piel de gallina, pianos y teclados que engarzan las melodías con una bella simplicidad, base de ritmos estructurados siempre al servicio de una atmósfera de sensualidad sonora dificilmente igualable. Y la voz de Gene, estirando muchas veces las últimas sílabas para aportar mayor riqueza textual a la lírica que surge como de una fuente inagotable. Y los coros..., elevándose, descendiendo, planeando muchas veces como un arrullo del que sólo hablaban aquellos que habían escuchado a las hadas buenas.
Todos, absolutamente TODOS los temas son de cinco estrellas. Los enumero, me importa un rábano que el posible lector se canse en la lectura un poco más. "Life´s Greatest Fool", "Silver Raven", "No Other", maravillosa percusión aquí de Joe Lala, "Strenght Of Strings", coros en la mejor escuela de C,S,N & Y, "From A Silver Phial", "Some Misunderstanding", con un toque rítmico muy parecido al "Harvest" de Neil Young, "The True One", en la primera onda de "Eagles" y "Lady Of The North", compuesta al alimón con Doug Dillard, y agradecemos a la musa del Norte por la audición de tal joya.
El hombre como lobo del hombre, los sueños no cumplidos al cabo del tiempo, la nostalgia, el compartir con otros el devenir de la vida, los malentendidos entre los deseos y la realidad, arrepentimientos; Gene se desnuda como compositor e, incluso, entre su lírica se encuentran momentos crípticos, de interpretación arriesgada.
Después de su escucha, no una sino 8 ó 9 veces a lo largo de todo un fin de semana, estoy cada vez más convencido que The Byrds ha sido el mejor grupo en la historia de la música rock, y que Gene Clark fue, entre sus miembros, el mejor. El alma del grupo californiano está en cada acorde y, en la voz de Gene, la esencia de ese mundo mejor que no pudo ser.
Gene Clark
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