GRACIAS KEVIN.
KEVIN AYERS "SWEET DECEIVER"
No deja de ser un triste motivo el revisar un disco del gran Kevin Ayers motivado por su reciente desaparición (18 de febrero 2013). Más bien, su escucha debería ser causada por la enorme satisfacción puramente musical que produce al oyente la audición de cualquiera de sus trabajos, pero, desgraciadamente, he de reconocer que lo que me empuja a escribir estas notas de homenaje es su fallecimiento.
Kevin Ayers, uno de los puntales de la música pop y rock inglesa desde finales de los 60, miembro de grupos míticos como Soft Machine y otros, menos conocidos, como The Whole World. Baluarte del conocido como "sonido de Canterbury", autor en solitario de grandes grabaciones, unas más pop, otras más experimentales, todas en definitiva de una altísima calidad ligada, como no podía ser de otra manera, a una personalidad muy atrayente, la suya.
"Sweet Deceiver" no está considerada por la crítica como la mejor de sus obras pero, sin embargo, para el autor de estas notas, es su disco más representativo, por ser igualmente, y con diferencia, el más escuchado. Y es que, claro, hay que remontarse al año 1974, concretamente al mes de marzo, día 4, en el que asistí al concierto que Kevin dio con su banda en el Teatro Monumental de Madrid. Desde entonces, cautivado por su presencia escénica y la fortaleza de su música, le seguí con veneración, hasta que un año después me hacía con este disco.
Además de la singular participación del propio protagonista hay que reseñar, y de una forma muy contundente, la presencia en la grabación del genial Ollie Halsall, aquí identificado como "Olli Haircut". Uno de los guitarras más brillantes que ha dado Inglaterra en toda su historia reciente, una vez terminada su andadura con el imprescindible grupo Patto, se liga con Kevin para producir y participar en este "Sweet Deceiver". Disco que también cuenta con Elton John al piano en tres de los temas y con otro protagonista de mérito, Chili Charles, percusionista caribeño y solicitado músico de estudio en esa época, en otro de los temas ("Once Upon An Ocean")
El disco navega entre un pop contundente, o un rock contenido como se prefiera, donde las guitarras de Ollie realmente abrasan ("Observations", "Sweet Deceiver"), canciones con un tiempo más sosegado, cercanos a estilos variados, el vals ("City Waltz"), el vodevil ("Toujours La Voyage"y "Farewell Again [Another Dawn]), la balada ("Diminished But Not Finished"), el pop melódico con definitoria base pianística ("Circular Letters") o "merry-go-round" ("Guru Banana"), el reggae ("Once Upon An Ocean"). El resultado final es semejante a la sensación que tiene un chiquillo después de asistir a una función circense. Tantas cosas vistas, tantas sorpresas, tantas variables, seguramente han servido para afianzar la admiración que tendrá por siempre a tal espectáculo.
"I´ve been up all night with a kind of light
burning in my brain
and the flame is cold...freezing
but it takes away my pain"
Kevin Ayers, uno de los puntales de la música pop y rock inglesa desde finales de los 60, miembro de grupos míticos como Soft Machine y otros, menos conocidos, como The Whole World. Baluarte del conocido como "sonido de Canterbury", autor en solitario de grandes grabaciones, unas más pop, otras más experimentales, todas en definitiva de una altísima calidad ligada, como no podía ser de otra manera, a una personalidad muy atrayente, la suya.
"Sweet Deceiver" no está considerada por la crítica como la mejor de sus obras pero, sin embargo, para el autor de estas notas, es su disco más representativo, por ser igualmente, y con diferencia, el más escuchado. Y es que, claro, hay que remontarse al año 1974, concretamente al mes de marzo, día 4, en el que asistí al concierto que Kevin dio con su banda en el Teatro Monumental de Madrid. Desde entonces, cautivado por su presencia escénica y la fortaleza de su música, le seguí con veneración, hasta que un año después me hacía con este disco.
Además de la singular participación del propio protagonista hay que reseñar, y de una forma muy contundente, la presencia en la grabación del genial Ollie Halsall, aquí identificado como "Olli Haircut". Uno de los guitarras más brillantes que ha dado Inglaterra en toda su historia reciente, una vez terminada su andadura con el imprescindible grupo Patto, se liga con Kevin para producir y participar en este "Sweet Deceiver". Disco que también cuenta con Elton John al piano en tres de los temas y con otro protagonista de mérito, Chili Charles, percusionista caribeño y solicitado músico de estudio en esa época, en otro de los temas ("Once Upon An Ocean")
El disco navega entre un pop contundente, o un rock contenido como se prefiera, donde las guitarras de Ollie realmente abrasan ("Observations", "Sweet Deceiver"), canciones con un tiempo más sosegado, cercanos a estilos variados, el vals ("City Waltz"), el vodevil ("Toujours La Voyage"y "Farewell Again [Another Dawn]), la balada ("Diminished But Not Finished"), el pop melódico con definitoria base pianística ("Circular Letters") o "merry-go-round" ("Guru Banana"), el reggae ("Once Upon An Ocean"). El resultado final es semejante a la sensación que tiene un chiquillo después de asistir a una función circense. Tantas cosas vistas, tantas sorpresas, tantas variables, seguramente han servido para afianzar la admiración que tendrá por siempre a tal espectáculo.
"I´ve been up all night with a kind of light
burning in my brain
and the flame is cold...freezing
but it takes away my pain"
Hay, Kevin, si te hubieras cuidado un poquito más seguirías aun con nosotros. 68 años no son muchos.
Comentarios
Publicar un comentario