POST-GÉNESIS A 60 I
El Maestro Iluminado hizo entrar en su tienda al Hermano Lagarto y le sentó a su lado. "Correrás por un extenso campo, -le dijo-, siguiendo a tu hermano a poca distancia. Y lo harás durante días y noches hasta que el campo esté totalmente cubierto por la nieve. Te seguirá un lobo blanco desde el comienzo.
Tus pies descalzos,- continuó diciendo-, se hundirán entonces en un fango helado y sentirás como un intenso frio se adueñe de tí. Mas no deberás cejar ni un instante en tu carrera y siempre tendrás a tu hermano en la visión de tus ojos, pues en caso contrario el lobo te alcanzará y dará cuenta de tí.
Seguirás corriendo y tu fuerza crecerá, y ni siquiera la ventisca helada, que marcará con su sonido errático otro camino extraño, podrá desviarte de tu objetivo. Hasta que del campo desaparezca la nieve y quede encharcado de nuevo no cesarás en tu esfuerzo.
Y concluyó diciendo, antes de alcanzar el campamento que podrá punto final a tu carrera, divisarás una caravana y en su centro un jumento transportará a la Mujer Contrabandista que se proteje de la mirada de los hombres. Y tú no la mirarás, pues si así lo hicieras quedarás paralizado y el lobo llegaría a tí y te devoraría."
Antes de salir de la tienda el Maestro Iluminado le dio su bendición diciéndole: "tu vida será larga si cumples con lo que te he dicho". Y al encontrarse de nuevo en el exterior el Hermano Lagarto se encontró de frente con el lobo blanco, de sus ojos carmesí salía una llamarada de azufre.
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