¡TIERRA!
PSYCHIC ILLS "HAZED DREAM"
Ah, ¡que delicia!..., cuando el fluido riojano, ribereño o del Penedés, sumerge a uno en sus tentáculos, arboladuras de ensueño, senda directa hacia el cielo. Uvas, frutas de Baco, exprimidas desde tiempo inmemorial por pies expertos, por prensas y goznes equilibrados. Cubas de roble americano, ecos de madera tostada, el color vainilla de los campos en Septiembre, cuando existe una luz tostada que cae desde nubes invisibles.
Norte de España, no hay tierra como esa, adaptada como un frontón a las luces del mediodía y al vendaval de los ríos afluentes del Cantábrico, a los prados de senos verdes que se curvan y se adormecen entre tejados de pizarra, a los cuellos de los robles y hayas, fabricando un urbanismo de prados, poblaciones de vacas, rascacielos de montañas, siempre nubladas. Dichosos los ojos que han contemplado el blanco de sus nieves, el brote de su primavera ardiente, el campo rubio de la simiente, el cobre gris de su invierno. TIERRA, TIERRA, SIEMPRE TIERRA.
Psychic Ills es TIERRA. La del cumpleaños que anuda "humus" y larvas celestes, la que imposiblemente imagina el desierto de Lawrence, arena, polvo, plenitud, con la planicie del Mojave. Danzas árabes y chamanes navajos, ruinas de misiones y residuos de las mareas, brea y algas.
PSYCHIC ILLS es la gran apuesta. El recuerdo emocionante de Spacemen 3, de Sun Dial, de Rein Sanction, de Syd Barrett, cada célula inerte salpicando lágrimas a un lodo de siena, aquel que desde hace siglos cayó desde la ladera de Cthulhu hasta el bosón de Higgs, tan emocionante como el recuerdo del silbato en Old Trafford, tan definitivo como la eyaculación precoz de Tintin.
Psychic Ills permite todo. Su discográfica, Sacred Bones Records, seguramente sorprenderá a los más neófitos, apuesta por este grupo descomunal, sacerdotes de ceremonias nada salvadoras, más cercanos a una revisitación del culto masónico que al tantra burgués del post-modernismo. La guitarra agrícola es el nuevo compás del universo. "Hazed Dream", ¡que enigmático título!, es un ejercicio apoteósico de la guitarra como instrumento de tránsito, de elevación hasta márgenes exteriores que rozarán el vuelo de los ángeles. Riffs que hacen demolición de todos aquellos miembros del cuerpo humano que no sean extrictamente nervios de maiz. Me veo las uñas de los pies, como crece la barba, el ardor de los ojos, la costra de una herida, un lunar. Eso y todo lo extremo es Psychic Ills.
¡Huyan los oyentes de los ritmos salvadores! Mas bien refugiénse en las granjas plenas de guano gallináceo, al palo maloliente de los pollos condenados, allí nos encontrarán, aspirando la humedad salada de Psychic Ills. A esta fecha, el gran descubrimiento sensorial.
Norte de España, no hay tierra como esa, adaptada como un frontón a las luces del mediodía y al vendaval de los ríos afluentes del Cantábrico, a los prados de senos verdes que se curvan y se adormecen entre tejados de pizarra, a los cuellos de los robles y hayas, fabricando un urbanismo de prados, poblaciones de vacas, rascacielos de montañas, siempre nubladas. Dichosos los ojos que han contemplado el blanco de sus nieves, el brote de su primavera ardiente, el campo rubio de la simiente, el cobre gris de su invierno. TIERRA, TIERRA, SIEMPRE TIERRA.
Psychic Ills es TIERRA. La del cumpleaños que anuda "humus" y larvas celestes, la que imposiblemente imagina el desierto de Lawrence, arena, polvo, plenitud, con la planicie del Mojave. Danzas árabes y chamanes navajos, ruinas de misiones y residuos de las mareas, brea y algas.
PSYCHIC ILLS es la gran apuesta. El recuerdo emocionante de Spacemen 3, de Sun Dial, de Rein Sanction, de Syd Barrett, cada célula inerte salpicando lágrimas a un lodo de siena, aquel que desde hace siglos cayó desde la ladera de Cthulhu hasta el bosón de Higgs, tan emocionante como el recuerdo del silbato en Old Trafford, tan definitivo como la eyaculación precoz de Tintin.
Psychic Ills permite todo. Su discográfica, Sacred Bones Records, seguramente sorprenderá a los más neófitos, apuesta por este grupo descomunal, sacerdotes de ceremonias nada salvadoras, más cercanos a una revisitación del culto masónico que al tantra burgués del post-modernismo. La guitarra agrícola es el nuevo compás del universo. "Hazed Dream", ¡que enigmático título!, es un ejercicio apoteósico de la guitarra como instrumento de tránsito, de elevación hasta márgenes exteriores que rozarán el vuelo de los ángeles. Riffs que hacen demolición de todos aquellos miembros del cuerpo humano que no sean extrictamente nervios de maiz. Me veo las uñas de los pies, como crece la barba, el ardor de los ojos, la costra de una herida, un lunar. Eso y todo lo extremo es Psychic Ills.
¡Huyan los oyentes de los ritmos salvadores! Mas bien refugiénse en las granjas plenas de guano gallináceo, al palo maloliente de los pollos condenados, allí nos encontrarán, aspirando la humedad salada de Psychic Ills. A esta fecha, el gran descubrimiento sensorial.
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