ROCK RESUCITADO
THE BLACK ANGELS "INDIGO MEADOW"
En el número 32 de la revista Shindig!, en la sección de novedades, apareció una reseña de Kris Needs sobre el último trabajo de los tejanos The Black Angels, "Indigo Meadow" que, mal traducida, vendría a decir algo como esto: "El cuarto album de este quinteto de Austin muestra a la banda con un mayor control sobre su pulsante paleta de psicodelia oscura e influencias de garaje, produciendo un aquelarre brujeril en sus temas que dispensan, junto a los extensos zumbidos de sus trabajos anteriores, cubos lisérgicos de un sonido retorcido" (sic) Ante tamaña referencia no pude evitar que un escalofrío recorriera mi espina dorsal y, en el primer momento de intimidad que tuve con mi "dealer", acordamos darles una oportunidad a la banda y a su propuesta.
Varias escuchas después debo reconocer que, en absoluto, la decisión fue desafortunada y que me he enfrentado a un grupo más que interesante y a un trabajo que, seguramente, llegará a las más altas cotas de éste año 2013.
"Indigo Meadow" es un trabajo de resurrección, de excavaciones profundas donde surgen a la luz, entre polvo liberado, restos de osamentas y telarañas aun pegajosas, sonidos no olvidados pero si "desfigurados" por otras interpretaciones que no les hicieron el favor adecuado. Hay un ambiente, que flota desde el mismo inicio de todos los 13 temas del disco, de gran tensión y de pulso sobre acelerado, de arritmia progresiva que transporta al oyente a la antesala de un infarto (por fortuna, no mortal) sonoro. La base rítmica trabaja a destajo en la fragua, golpeando el yunque sin descanso, las guitarras marcan "riffs" a veces ácidos, otros con tonalidades agridulces, dibujando los perfiles rocosos de macizos o sugiriendo contornos de piezas de porcelana, según sea el momento, los teclados enriqueciendo las armonías y abriendo campos nuevos a la percepción sensorial, la voz recitando la tabla de los mandamientos olvidados, sacramentando textos venales, historias y paranoias de gentes dañadas o a punto de caer en el pecado.
Suenan ecos de Suicide en "Don´t Play With Guns", "You´re Mine" y "Black Isn´t Black", Siouxie & The Banshees se asoman por las ruinas góticas de "Indigo Meadow", el "Kool Thing" de "Goo" arrastra sus cadenas en "Evil Things", "Holland", un tema de lenta y gélida belleza, comulga con Bardo Pond y Rein Sanction, The Shadows of Knight saludan en "The Day", escorzo garaje con aristas "punk", hay una muy atractiva mezcla de The Doors y Ultimate Spinach en "Love Me Forever", parece que es Barbara Hudson la que está recitando la célebre "The Ballad Of The Hip Death Goddess", mientras el teclado percusivo recuerda al añorado Ray Manzarek.
Y de entre estos restos con ADN ligado a la banda de Venice, "War On Holiday", "I Hear Colors (Chromaesthesia)" y "Twisted Light" nos acercan a los pozos refulgentes del "Soft Parade" y "Strange Days". Mas no acaba todo ahí, de la excavación aun hay tiempo para solazarse con "Allways Maybe", la voz de Alex Maas emulando con éxito a la mejor y más varonil de Grace Slick, "Broken Soldier" engrandeciendo su mensaje anti-belicista al arrullo de los 13th Flootrs Elevators.
The Black Angels que, según comentan, toma el nombre del grupo de un tema del primer Lp de la Velvet, se han convertido en uno de los puntales de lo que ahora da por llamarse "psycho-rock", identificación que nada dice y lo dice todo. Lo mejor y más original de su propuesta radica en la fuerza y convicción de sus interpretaciones. Rock combativo, psicodelia narcótica. Rock resucitado.
Me has abierto el apetito cavernoso. Ire a por ellos.
ResponderEliminarEsas referencias que citas velvetianas, de Suicide, etc., han despertado mi serio interés. Investigaré.
ResponderEliminarLas recomendaciones que salen de esta casa tienen 60 años de garantía...
ResponderEliminarGracias por pasaros y saludos,
Javierfuzzy
Estupendo análisis estoy deseando escucharlos...Saludos
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