LA LA LA PERO NO ES MASSIEL
THE DELFONICS "LA LA MEANS I LOVE YOU"
De acuerdo a una serie de nuevos estudios científicos en neurología, publicados recientemente por varias universidades americanas, canadienses y suizas, la ubicación del sentimiento amoroso en la corteza cerebral se encuentra entre la "ínsula" y el "núcleo estriado", para entendernos, si el lector tiene tan desarrollado el tacto como para sentir un escalofrío especial pasando su mano entre los lóbulos temporal y frontal (cosa fácil), cercana a la zona del conocido como "cerebro anterior", seguramente sabrá de lo que hablo. Si además, suerte para él o ella, su vida sexual se desarrolla en niveles minimamente soportables, no podrá negar al hacer tal recorrido táctil la aparición de un fuerte deseo de ayuntamiento carnal, dejémonos de tonterías, fin último y supremo de toda relación humana que se precie.
Como el que suscribe es fiel espejo de la fuerza innata de su timidez, y nunca ha tenido la habilidad del zahorí para descubrir efluvios internos propios o ajenos, ni siquiera se atrevió a pasar su mano temblorosa por el cuero cabelludo de cualquier (des)conocida, tiene forzosamente que recurrir a experimentar ese sentimiento amoroso de forma imaginaria, y qué mejor modo de hacerlo que escuchando uno de los más reconocidos trabajos de la banda que hoy nos ocupa, The Delfonics y su "La La Means I Love You"
Hablar de The Delfonics es mencionar ese, lo diré pese a quien pese, maravilloso sonido que se conoció como "the Philly sound", subespecie del género del "soul" que adquiere estatus y reconocimiento propio en los últimos años 60 y primeros 70, y que se caracteriza por mezclar una fuerte e intensa instrumentación (básicamente sección de cuerdas y vientos) con unas voces de las que yo llamo de pradera, sútiles, suaves, melifluas, ensoñadoras, susurrantes. Ello ornado con textos mayoritariamente identificados con el "chico conoce a chica, hombre a mujer y ya la liamos parda", esto es, temas que tienen al amor como vínculo primordial y es por eso que, cuando me encuentro falto de tal sensación, recurro a gente como The Delfonics, MFSB, The Three Degrees, O´Jays, Harold Melvin & The Blue Notes (espectaculares), Intruders o Billy Paul por ejemplo.
Y créanme que el efecto es mano de santo, concretamente con el disco que nos ocupa, donde The Delfonics no solo interpretan temas propios si no también canciones compuestas por luminarias como Bacharach-David, o Webster-Mandell y Linzer-Randell, nadie puede quedar ajeno a textos de tan subida belleza declaratoria como:
"As sure as I believe there´s a heaven above Alfie
I know there´s something much more
something even non-believers can believe in
I believe in love, Alfie" ("Alfie")...,
..., o qué me dicen de estos párrafos por los que la mayoría de los poetas hubieran asesinado a alguien:
"Why don´t you let me try
now I don´t wear a diamond ring
I don´t even have a song to sing
all I know is
la-la-la-la-la-la-la-la-la I love you" ("La-La-Means I Love You")..., ¡sublime!
The Delfonics, banda formada en Filadelfia en la segunda década de los 60 por los hermanos Hart (William y Wilbert) y Randy Cain tuvo el viento a favor cuando su camino se encuentra con el del productor y propietario del sello Philly Groove Records Thom Bell, uno de los motores principales del mencionado "Philly sound", compositor junto a William Hart de gran parte de sus temas más conocidos; ése "La-La-Means I love You" vendió más de un millón de copias y llegó al número 4 del "Billboard Hot 100" en 1968, además del "I´m Sorry" y "Break Your Promise", también incluidos en éste disco, fueron "hits" en todas las emisoras de la época y allanaron el camino para que los siguientes trabajos de la banda, "Sound Of Sexy Soul" (1969) y "The Delfonics" (1970) fueran éxitos de ventas y varios de sus temas consiguieran premios "Grammy", sin olvidar las interpretaciones que de muchos de ellos hicieran artistas de renombre como Aretha Franklin, The Jackson 5, Patti LaBelle, Todd Rundgren, Prince o The Manhattan Transfers.
¿Hay alguien (salvo Dalí) que quede descompuesto después de la primera experiencia (sí, esa)?. La escucha del "La La Means I Love You" se asemeja al trabajo de la araña que teje sus telas de seda pausadamente, cada secreción alineando hileras que conformarán un enredo final (¿no es éso el amor?) del que pocos pueden escapar. Cuando escucho sus versiones del "The Shadow Of Your Smile" o del "The Look Of Love" reconozco que se estremece mi sistema límbico, el hipocampo y la amígdala ya revueltos como hojarasca de otoño, o ese "soul-doo-woop" de temas como "Hurt So Bad", "Losing You", "You´re Gone" o "Can You Remember", que me hacen ser uno con todas las unas, y qué decir del himno final de "A Lover´s Concerto", timbre al que llaman todos los desesperados, hijos de Eva, como último recurso para reencontrarse con ese recuerdo del amor platónico, a la postre el que más perdura.
Mientras escuchaba el disco me vinieron a la cabeza, varias veces, aquellas secuencias de la película de Tarantino "Jackie Brown", esa historia de amor entre Pam Grier y Robert Foster, magníficos ambos en su deseo narrado entre líneas, o el comentario de éste último con el gran Samuel Jackson (inmenso siempre) al hilo de lo mucho que les gustaba a ambos la música de The Delfonics, haciendo de una conversación banal el preludio de la tomatina que se avecinaba. Grande, muy grande.
The Delfonics consiguen algo que muchos grupos o intérpretes han logrado, pero no con su intensidad y estilo. Hacen de su tiempo, lento, asaetado por las primeras líneas solares, caso de darse el ejercicio amoroso en vespertino horario, narcotizado por la huella de su saliva en tus labios, algo único, irrepetible, enardecedor. Casi siempre virtual, esa es la pena.
(Entrada dedicada a Bobby Martin, uno de los creadores e impulsores del "Philly sound", recientemente fallecido)
Una gran perdida la de Martin. y un disco genial el de los Delfonics. una recomendación los recopilatorios Phylly Regroves de Tom Moulton Espectaculares
ResponderEliminarGracias por la recomendación Bernardo, le seguiré la pista.
EliminarSaludos,
Javi.er
Sublime, sublime, Javier. Una maravilla, los Delfonics; otra, "Jackie Brown", y una tercera, tu entrada, con ese párrafo magistral con el que la abres: joder, qué bien enlazas la divulgación científica con el folleteo puro y duro. Felicidades, maestro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, al final lo que cuenta es que las palabras intenten transmitir lo que sientes.
EliminarMuchas gracias por tus comentarios.
Abrazos,
Javier.
Tu grandiosa entrada va a provocar que me aproxime a este grupo que, salvando un par o tres de temas, no lo tengo casi controlado. Salud.
ResponderEliminarPues merecerá la pena Johnny, sin duda. Cualquiera de esos discos mencionados es una opción válida, aunque yo empezaría por éste "La La Means I Love You".
EliminarGracias por tus comentarios.
Saludos,
Javier