LOS PRIMEROS HIPPIES DE LINCOLNSHIRE





FOREST                                 "FOREST"
Quiero pensar que fue la noche entre el 29 y el 30 de diciembre del pasado año cuando me quedé petrificado contemplando la estatua erigida en memoria de Havelock y Grim en la Nuns Corner de la ciudad de Grimsby. Me había trasladado hasta allí, en la brecha costera oriental de Inglaterra, siguiendo la pista al grupo Forest, una de las más conspícuas (no por famosa, sí por ilustre) formaciones del folk psicodélico inglés de los últimos años 60. Debió ocurrir, digo esa situación de acusada inmovilidad, cuando me complacía en la observación de la mencionada estatua, una suerte de pseudo representación greco-latina tardía conectada con algunos de los ancestros típicos de los británicos (daneses y normandos, para más señas). Allí debió empezar el bloqueo mental que me ha tenido atenazado desde entonces, estado que se fue agravando con los fríos del enero no tan lejano, transporte de una gripe rayana en leve neumonía, y que dejó ya mis viejos huesos cercanos a la más estricta (y desesperante) falta de actividad.


Y es que iba terminando el año 2014 y me encontraba en mi mejor forma campestre, necesitado de revitalizar mi ADN rural con la escucha de uno de mis grupos hippies favoritos, los tan ingleses Forest, en la seguridad de que mi entonces ánimo bucólico se afianzaría  por mucho más tiempo. Nada mejor para tal propósito que obviar a los más trillados Incredible String Band o Pentangle y centrarme en el grupo de Grimsby, ejemplo de la mejor fusión del folk tradicional de los shires británicos con el Summer of Love californiano. Su primer trabajo, publicado en 1969 con el mismo nombre de la banda, "Forest" , me daría pie para, en la más genuina y perfumada inmersión de campiña, té y un poco de hierba, guiarme desde los hermosos valles de Lincolnshire hasta Londres, ciudad donde se supone que debiera terminar esta breve historia.

Forest , antes de su leve eclosión, conocidos como The Foresters of  Walesby, nacen en 1966 en la pequeña ciudad de Grimsby, puerto pesquero enfrentado a los ásperos alientos metálicos del Mar del Norte (triste destino ese), a su espalda los ceremoniosos y extensos campos del East Midland inglés. Sus componentes originales fueron los hermanos Welham (Martin y Adrian) y Derk "Dez" Allenby. Primeras apariciones en público en el mismo Grimsby y en la localidad próxima de Walesby, a donde se trasladan pretendiendo encontrar un circuito más amplio de clubs de folk. Escenarios que originariamente fueron los que acogieron su propuesta musical ligada inicialmente, aunque perpetuada posteriormente, a bandas también folk como The Watersons y The Young Tradition. Siguiente parada en Birmingham a cuya universidad se trasladan  Martin y Dez mientras Adrian permanece en Walesby. El mayor cosmopolitismo de la antiguamente conocida como "Fábrica del Mundo" amplía tanto el conocimiento musical como las ansias de experimentación del grupo, con sus miembros separados todavía entonces aunque en permanente contacto gracias al frecuente intercambio de grabaciones realizadas en cintas.


Si la influencia de The Young Tradition en Forest fue intensa y fructífera, no lo fue en menor medida la propiciada por bandas como Incredible String Band y Pentangle. Los primeros animaron a los jóvenes de Grimsby a centrarse en mejorar su propia vertiente , apostando por una modernización del tradicional folk instrumental inglés, los componentes acústicos sobrepuestos en sucesivas capas de guitarras de 6 y 12 cuerdas, las armonías vocales intercaladas como ondas que transpiran por sí mismas. Los segundos, ya consagrado cierto éxito en sus primeras grabaciones de "The 5000 Spirits of The Layers of The Onion", "The Hangman´s Beautiful Daughter" y "Sweet Child", les estimulan para aventurarse en componer sus propios temas, además de afirmarles en el camino que ya colegían como signo del entonces presente, la mezcla de un folk aun vivamente arraigado en la tradición con las nuevas formas compositivas provenientes de la Costa Oeste americana.

El salto de Birmingham a Londres, invitados a varios pero aun minoritarios conciertos por sus ya entonces mentores The Young Tradition, les ponen en contacto con Marc Williams que actuará desde finales de 1968 como su manager. Sucesivas actuaciones en locales míticos como el Marquee o el 100 Club de la capital británica, en el siempre festivo barrio de Ladbroke Grove o en los festivales hippies de Notting Hill se suceden sin aparente descanso. No quedan tan lejanos sus días en el mismo Birmingham donde en muchas ocasiones malviven cercanos a la pobreza, sus furgonetas haciéndoles el papel de viviendas más que esporádicas. Aunque es allí, en la segunda ciudad inglesa, durante un concierto donde telonean a un Joe Cocker & The Greaseband disparado entonces al número 1 de las listas con su versión de "With A Little Help From My Friends", cuando toman contacto con el Gran Guru de la Música Inglesa de Todos los Tiempos, un tal John Peel.

El tutelaje del célebre Dj les abre las puertas de EMI y de su sello underground Harvest con quienes, a través de la Blackhill Enterprises, firman su contrato en 1969. Su primera grabación, un single que contiene el tema "Searching For Shadows", está considerado actualmente como una joya, por la que se pagan buenas cantidades de dinero al no haber sido incluido en ninguno de los dos albumes originales editados por el grupo, tampoco siquiera en las reediciones de los mismos posteriormente publicadas por el sello Radioactive Records. Gracias al contrato firmado y a esta primera grabación, que no les supone ningún adelanto económico por Harvest, Forest consigue ser incluido en numerosos carteles de la época, compaginando actuaciones fuera y dentro del país en numerosos clubes, universidades y festivales, muchas veces en condiciones precarias. Tan es así que en no pocas ocasiones, y para evitar volver a malvivir bajo el techo de la furgoneta de turno, el mismo John Peel les acoja en su propia casa.


Ese mismo año 1969 llega la grabación de este primer album, titulado homónimamente como la banda, "Forest". Grabado en los mismos estudios de Abbey Road, los miembros del grupo aprovechan la gran cantidad de instrumentos de cuerda y teclado existentes en las salas de grabación, en no pocas ocasiones fuera del propio control del personal del estudio, para profundizar su querencia (ahí seguían los consejos iniciales de sus admirados The Young Tradition) por experimentar y avanzar aun más en la búsqueda de un nuevo y propio sonido. Aquel que, sin abandonar en absoluto la melodía tradicional del folk, posibilitara la entrada de nuevas formas musicales, nuevos tempos donde una reinterpretación libre y ácida del ritmo del blues pudiera fluir espontáneamente hacia una visión más electrizada. (Bob Dylan lo hizo antes, y de forma mucho más acusada. De hecho Forest siempre han confesado ser admiradores del bardo de Duluth)

Hay en este "Forest", a lo largo de todas sus composiciones, un sentimiento de paz, de comunión y armonía con la Naturaleza, de la necesidad de estrechar lazos con las ideas que el Summer of Love de 1967 introdujo en la sociedad de entonces. Los miembros del grupo están convencidos de que su lenguaje musical se entronca definitivamente con el mejor espíritu del underground de finales de los 60. No son ajenos a lo que se estaba entonces cociendo, el afianzamiento del rock progresivo y del primer proto-metal. (De hecho, su sello Harvest apostaba entonces claramente por gente como Pink Floyd y Deep Purple). Forest hacen música de Forest para una audiencia aun fascinada por el ideario hippy y libertario y sus canciones, en este su primer trabajo, crean un mundo de sueños, surrealismo, historias donde el amor y la Naturaleza protagonizan la lírica de sus textos. Tan solo 3 años más tarde su apuesta musical, cerebral y celebratoria para la tribu, fue sobrepasada sin compasión por el glam, por la máxima exaltación de la imagen del artista. Su tiempo, el momento de Forest, quedó entonces avejentado, petrificado como el mío no hace muchos días. Pero esa es otra historia.


Comentarios

  1. Menos mal que tu pluma virtual vuelve a iluminar la blogosfera, Javier. Magnífica entrada que es un descubrimiento para servidor.

    Un abrazo.

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    1. Gracias amigo Gonzalo. Merece la pena Forest. Un grupo que jugó en la liga de los mayores, por poco tiempo, y que no tuvo entonces casi ningún reconocimiento.
      Abrazos,
      Javier.

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  2. Maestro por fin regresas y a lo grande magnidcos Forest ahora a por la Incredible

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    1. Algo hay preparado de Incredible que, espero, caerá en breve. Gracias por tus amables palabras.
      Saludos,
      Javier.

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  3. Bienvenida tu vuelta Javier , algunos como yo ya extrañábamos de tu no actividad blogera.
    No conocía a este grupo Forest , pero por tu excelente descripción y sabiendo de la música de la Incredible y Pentangle me sitúo en el territorio en donde estamos. Voy a investigar más .
    Saludos,

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    1. Esta gente de Forest ejemplifican la mejor mezcla inglesa de folk y cultura hippie. Mucho más acusada quizás en su primer album, el segundo algo más experimental. Si tienes oportunidad, disfrútalos Jordi.
      Saludos,
      Javier.

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  4. Tú lo has dicho: una versión libre y ácida. Por desgracia esa loable visión del folk acabó cayendo, como todas las versiones "libres y ácidas" que se hicieron sobre cualquier género: la década de los 70, una década dura, de mal viaje, de ajustar cuentas con los excesos soñadores de aquella generación risueña, acabó con todo eso. El segundo disco de los Forest, un poco más ambicioso, ya no llegó a nada; Harvest, como todos los subsellos, fue una apuesta de entretiempo que al final, como le pasó a Vertigo, acabó malviviendo del progresivo oscuro, tan propio de una época en la que la heroina sustituye al ácido. "Abandonad toda esperanza", que dijo el otro.

    Y eso mismo le pasó al folk: Forest cae, la Incredible se amansa, y al final triunfan las apuestas más clásicas y tradicionales. O sea, la Fairport, Steeleye Span y poco más.Quedan por el medio gente como los Trees, que -como los primeros Fairport- tenían un aire a los Jefferson Airplane: tampoco sobrevivirán. Desengañémonos, la gente no quiere experimentos "raros". La gente es seria. La gente es tradicional.

    Y gracias por la visita, y gracias por una entrada como esta. Acordarse de Forest, a estas alturas, tiene su mérito.

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    1. Excelente tu resumen de la situación Rick. Así fue y así conviene rememorarlo, más que nada para que ya no nos vendan gato por liebre, tantos nuevos grupos y esas historias de la reivindicación de estilos y sonidos antiguos. Lo que verdaderamente importa es el dinero, antes y ahora. Antes había algún valor que cotizaba en gente de nuestra generación, hoy nada, exclusivamente el tanto vendes tanto vales.
      La esperanza ha quedado reducida a lo meramente individual. En fin, me pongo pesado. Muchas gracias por tos palabras y espero volver a contactar contigo.
      Saludos,
      Javier.

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