TEXTO SAGRADO
EYELESS IN GAZA "PHOTOGRAPHS AS MEMORIES"
Me comentaron que el personaje en cuestión quedó medio paralizado leyendo el capítulo 13 del libro de los Jueces, cuando se relataba el nacimiento de Sansón y decía el escriba que "Había un hombre de Sora, de la familia de Dan, de nombre Manué. Su mujer era estéril y no le había dado hijos. El ángel de Yavé se apareció a la mujer y le dijo: Eres estéril y sin hijos, pero vas a concebir y parirás un hijo. Mira, pues, que no bebas vino ni licor alguno inebriante ni comas nada inmundo, pues vas a concebir y parir un hijo, a cuya cabeza no ha de tocar la navaja, porque será nazareo de Dios el niño desde el vientre de su madre, y será el que primero librará a Israel de la mano de los filisteos. Parió la mujer un hijo y le dio el nombre de Sansón. Creció el niño y Yavé le bendijo, y comenzó a mostrarse en él el espíritu de Yavé en el campo de Dan, entre Sora y Estaol". Y cuentan que nuestro protagonista se regodeaba en esa frase del abstenerse de "beber vino o licor inebriante, ni de comer nada inmundo", y trataba de imaginarse una vida plena en el siglo XXI sin caer en tales tentaciones. Imposible, a tal no estaba dispuesto. También dicen que su mirada quedaba ausente observando el antiguo mapa de los Reinos de Judá e Israel, intentando, sin más objeto aparente que retroceder en un tiempo no vivido, averiguar el lugar exacto del nacimiento de Sansón. ¿Quizás en Gaza?
Algunos observadores aguzados hablan de como nuestro actor tomó en sus manos el primer volumen de Los Libros Proféticos de William Blake y lo abrió por la página 69. Este secreto le había sido relatado por un crítico literario, como signo probable de querencia hacia un texto desconocido, y leyó lo siguiente: "...limpiando su suave y dócil boca de toda mácula contagiosa. Tu vino purifica la dorada miel..." y vio la coincidencia del relato de la boca y del vino en la mujer de Manué, y quedó conmovido. Esto ocurrió, según cuentan nuestros cronistas, mucho tiempo después de que nuestro actor comprara el primer disco de Eyeless In Gaza, titulado "Photographs As Memories", allá por 1981. Y al escucharlo estos días atrás, a pocas jornadas de esta narración, nuestro personaje creyó conocer uno de los (muchos) significados de la obra. El silencio.
Este individuo, del que hablan cada vez menos los historiadores, solía trabajar en sus escritos escuchando repetidamente la misma música de la que se atrevía a opinar. Pero en esta ocasión, en que nada le parecía aleatorio, decidió que la omisión absoluta de sonido ambiental (el silencio, entonces) era el mejor homenaje que pudiera ensalzar la propuesta creativa de Martyn Bates y Peter Becker. Dos jóvenes músicos de la ciudad inglesa de Nuneaton (villa hermanada con nuestra maravillosa Guadalajara) cercana al área de Coventry que, a finales de la década de los 70 y aupados por la devastadora corriente del punk británico, hacen sus primeros ensayos en diversas bandas locales. Averigua entonces como sus carreras coinciden en la primavera de 1980 y en mayo del mismo año debutan con un par de singles, "Kodak Ghosts Run Amok" e "Invisibility", que editan en su propio sello Ambivalent Scale. Su nombre "Eyeless In Gaza" dicen que proviene de una novela homónima de Aldous Huxley (autor al que nuestro protagonista lamenta instantáneamente no haber leído con la atención y profusión debida, dicho sea para su mayor escarnio...) y el dúo británico piensa que puede encajar perfectamente en su concepción musical.
Siguiendo la pista a Bates y Becker nuestro actor observa como pocos meses después la capacidad compositiva del dúo ya les da pie para plantearse la grabación de un Lp, y es en diciembre de ese año 1980 cuando firman un contrato con el apreciado sello londinense Cherry Red. En febrero de 1981 se publica definitivamente como "Photographs As Memories" (su título original iba a ser "Fingers Not In Fists") y la portada del disco (francamente conseguida, según coinciden todos los prójimos incluidos en este relato) nos muestra a un niño Becker sostenido en los brazos de su señora madre; la mirada de ambos en la lontananza del agua enmarcada en amarillo y negro (colores que simbolizan la idea del peligro inminente). La contraportada, no menos interesante, juega con las aristas de la exuberante nariz de Martyn para abrirse en un abanico de instantáneas con sus caras superpuestas. La idea de lo que entonces se consideraba como la parte culta del punk (el conocido como "blueprint punk") se expresaba en imágenes perfectamente acordes con el paso del tiempo. Un estilo, cada vez más alabado por la amplitud de su energía, que abrió las puertas para un funk industrial y un folk de vanguardia enlazado, en el caso de Eyeless In Gaza, con un ambiente de resonancias fílmicas donde la instantánea de los negativos tendría tanta importancia como el mismo positivado fotográfico.
Lo que el ensayista encuentra en el disco, según me comentó ( a regañadientes) días antes de este relato, es la más pura expresión de la filosofía de la banda. El empleo de unos instrumentos, sintetizador, bajo, violín, batería, guitarra eléctrica, "stylophone", "melodica" y "plastic organ" (un ? para los tres) a los que se enfrentan los músicos sin referencias de solistas previas, dejándose llevar por la propia inspiración que su sonido pudiera producirles. Una crudeza interpretativa compaginada con una lírica de Martyn Bates que se zambulle en los episodios más interiores de su persona, su voz deslizándose a veces con desgarro por la propia rima de las frases, poemas narrados en la misma crudeza de un cerebro exprimido al máximo. Todo ello creando (nada es fortuito) melodías de alta tensión orgánica, rupturas rítmicas que irrumpen sin quebrar del todo una última tonalidad de pop de vanguardia que otras bandas como Orchestral Maneouvres In The Dark o New Order desarrollarían posteriormente.
Lírica, ya que nos hemos aventurado inicialmente en una sui generis interpretación de un texto sagrado, que gana más enteros cuando se lee y se desmenuza subjetivamente por el mismo oyente. Libertad que el mismo Martyn Bates (el verdadero alma mater del duo, según el criterio del profeta) concede al receptor de la música como parte enriquecedora e indivisible del trabajo final de creación. Autonomía, en definitiva, de la otra parte para imaginar los paisajes que la música les pudiera proponer. Palabras como "desolación del reflujo", "miembros hábiles golpeando la pasión de las flores", "profusión de palabras mientras hablas al fuego líquido", "poder demoníaco del espíritu de Patmos", "pilotes de vómito en un cielo de piel", "cuchillos de ambición que reemplazan el aire negro", "memorias maliciosas raspando la amplitud de tu columna vertebral"; "pensamientos tan tranquilos que han devenido en libres"... Así es como entonces "Photographs As Memories" se convierte en sus canciones en un disco de palabras hechas instrumentos, de opacidad convertida en luz a golpetazos, violentamente.
Sigue el silencio y el personaje que me alienta comenta que las nubes de lluvia dejaron un rastro violeta y negro la misma tarde en que escribía este texto. También que este disco de Eyeless In Gaza fue uno de los que más le sorprendió en su primera escucha y que, muchos años después, cuando vuelve a él, siente un desasosiego parecido al de las ratas saciadas de cable. Que el romanticismo del Norte encuentra también su belleza en las aceras mojadas, que la Naturaleza juega con la mente y hace del desequilibrio una obra de arte. Eyeless In Gaza, con este su primer disco, hicieron que la gente que por primera vez les escuchaba no les entendiera, no les aplaudiera. No estaban en la onda de la entonces babosa pop-dance music extravagante (por vacía) de gente como Spandau Ballet, Duran Duran o ABC, y el personal no sabía en que liga jugaban. Su apuesta era otra. Lo que llamaban los autores el "anti-thing", los huesos desnudos y la palidez de los desnutridos.
Javier ,
ResponderEliminarHace tiempo que no escucho este disco que compré cuando se editó y todavía tengo en la versión española de EDIGSA.
Había toda una serie de grupos de sonido oscuro , se revivía el post punk y la continuidad musical de los desaparecidos Joy Division.
Entre ellos Bauhaus, New Order (siguiendo en la onda de Joy Division), Dif Juz, Uk Decay y un disco que en aquel momento estaba en el "grupo" de los Eyeless in Gaza , era Durruti Column. Ah y también un disco importante el tercero de los Cure , "Faith".
Voy a respecar de nuevo este "Photographs as Memories".
Un saludo,
Bauhaus y New Order los asimilo a ese post-punk oscuro que comentas, aunque los segundos para mí tienen un tono menos tenebroso, igual que el "Faith" de The Cure, grandísimo disco. Durutti es un grupo que (es curioso como "italianizan" el nombre y le colocan dos tés en vez de las dos erres vascas) me parece más sosegado, sin quitarles sus aristas expresivas. Desconozco completamente a Dif Kuz y me suenan algo UK Decay, pero no mucho.
EliminarComo siempre, gracias por tus comentarios Jordi.
Saludos,
JdG