PRIMER CÍRCULO: ART.
Por un momento Rudy pensó leer la pasada edición semanal del horóscopo (quizás lo haga más tarde) pero ahora debe concentrarse en describir un sonido imposible de ignorar. Alguien hablaba como lo hacía Marlow en la proa de La Nellie, pretendía además retener aquella imágen de los peregrinos deambulando con sus cayados absurdamente largos por la orilla del río Congo. Rudy enciende su pipa de coral negro, el humo asciende desde la cazoleta y cree vislumbrar la ya enferma figura del agente Kurtz.
En la página 86 del libro "Nueve Ensayos Dantescos" de J.L. Borges (Colección Austral, 1998) se puede leer en su Prólogo lo siguiente: "La astronomía ptolomaica y la teología cristiana describen el universo de Dante. La Tierra es una esfera inmóvil; en el centro del hemisferio boreal (que es el permitido a los hombres) está la montaña de Sión; a noventa grados de la montaña, al oriente, un río muere, el Ganges; a noventa grados de la montaña, al poniente, un río nace, el Ebro". A algo más de 300 kilómetros al sur del río Ebro, Rudy se esmeraba por sacar adelante un texto, cualquier texto. Se sirve de otras tantas citas tomadas de sus últimas lecturas, también de la posible interpretación de algún que otro sueño feroz. Era cuestión de tiempo que encontrara el argumento adecuado. Mientras tanto, pensaba en bajar de peso, programar una tabla de ejercicios diarios, compaginar su agenda con un paseo diario vespertino, en esas horas difíciles en las que la ciudad ha gastado su mejor luz y la ofrece a precio de saldo.
La idea necesita de una forma, de un color, de una música para mejor modelar su alcance, su significado. La idea es un bucle de nueve círculos concéntricos; esos nueve círculos ya han sido elegidos y tienen su debida correspondencia con otras tantas obras de bandas psicodélicas inglesas; el color es el reflejo de una ensalada ilustrada, de un caleidoscopio de figuras geométricas simétricas; el primer círculo seleccionado es el de Art, "Supernatural Fairy Tales" (Island Rcds, 1967).
Los círculos concéntricos de Dante (Borges argumenta que Dante nació exclusivamente para escribir su gran obra) han sido convenientemente reservados, de ahí debería surgir alguna conexión que permita a Rudy desenmarañar la madeja de Art. Rudy se decide por el Paraíso de los buenos. Los penitentes del Purgatorio y los viciosos del Infierno no encajarían en una obra como "Supernatural Fairy Tales". En uno de sus sueños Rudy recuerda haber visto a una pareja de adolescentes judías de Kilburn estrenando sus minifaldas en una fiesta en Pimlico, Guy Stevens cubría sus hombros desnudos con un chal de tafetán color fucsia mientras reclamaba a su compañera una calada más de hachís afgano. Guy Stevens es uno de los grandes personajes del Londres de aquellos años 60, cualquier actividad que tuviera que ver con la música y las artes visuales debe llevar su sello. Dj, periodista, diseñador, locutor, músico, productor (su último canto del cisne, "London Calling"), prescriptor de la mejor música americana de blues y soul. Rudy observa una vez más la fotografía en la que Guy se compara con Phil Spector mientras destapa la cazuela con la sopa de calabacín aun caliente. Huele a erupto amarillo.
Art proviene de The VIP´s (entre sus miembros iniciales estuvo Keith Emerson), una banda que ya se movía por el circuito londinense en los años 62, 63. Su formación la integran músicos que después harían carrera en otros grupos mucho más conocidos (Spooky Tooth, Stealers Wheel, Mott The Hoople, Humble Pie, The Only Ones). Se puede afirmar entonces que Art tiene perfecto derecho a ser considerada como una banda seminal, germen del mejor rock inglés de los 70. Mike Harrison, voz y teclados, Luther Grosvenor (alias Ariel Bender en Mott The Hoople) guitarra solista, Greg Ridley, bajo y Mike Kellie, batería y percusión. Los dos primeros oriundos del noroeste cercano con la raya escocesa, los dos últimos provienen de las Midlands. Rudy busca alguna relación literaria entre ambas regiones pero abandona pronto, aun se encuentra atrapado por las imágenes de aquel cerebro abierto en canal por un hachazo certero, de su interior surgían vulvas de color rosado.
Inicialmente Rudy selecciona los primeros versos del Canto II del Paraíso: "¡Oh los que en breve leño vais a soga / ansiosos de escuchar, así traídos / por mi barquilla, que cantando boga! / Volved las cañas a los patrios nidos; no entréis en altos mares sin mesanas, / que habréis de ser, si me perdéis, perdidos". Intenta convencer al lector (sobre todo al lector de Lope) que duda entre viajar por mar o por aire, este último elemento parece no ser del agrado de las Osas, mayor y menor, que ven en el norte las reglas reguladoras de la navegación marina. Habla después Rudy con el supuesto propietario de una maleta móvil que transita autónoma por el largo pasillo de un aeropuerto. En su interior alguien ha camuflado un arma autómatica, puede que su intención sea atentar contra el miembro de una conocida familia real europea. Rudy observa cómo el siguiente protagonista del sueño asciende de madrugada entre dunas lunares, en su cúspide cree descubrir la cara de Harvey Keitel.
Art publican "Supernatural Fairy Tales" en diciembre de 1967 con Island Records, un sello que, con la reciente inclusión en su catálogo de bandas como Traffic o Nirvana, trataba de ampliar la apuesta que inicialmente hiciera por los ritmos jamaicanos. Su fundador Chris Blackwell cuenta con Guy Stevens como productor - ya lo había hecho en el último single editado por The VIPs-. Guy posee la suficiente visión para inculcar al sonido de Art ese toque Blue Cheer o Vanilla Fudge que ya era una realidad en USA, sin olvidar por ello la pincelada puramente británica del mejor pop melódico. Nos encontramos a finales de 1967 y la introducción de nuevas técnicas de grabación expande aun más las posibilidades de un sonido que buscaba nuevas fronteras. El empleo del fuzz, del wah-wah pedal, de instrumentos de teclados (mayoritariamente el mellotron); el power-chord guitarrero elevado a su máxima distorsión, los medios tiempos llenos de efectos, la percusión que se autodobla como un eco poderoso (aparentemente han quedado superados los toques jazzísticos de la batería, el piano y los vientos, aunque no tardarán en aparecer en grupos como Colosseum), todo este cúmulo de "novedades" aparecen ya en el primer y único álbum de Art.
Este "Supernatural Fairy Tales" es una auténtica oda al mejor "heavy-psych" de los últimos años 60. En todos sus temas, compuestos por la banda al completo, salvo las versiones del "For What It´s Worth" de Buffalo Springfield (aquí denominado "What´s That Sound") y "Come On Up" de The Young Rascals (ambas fabricadas a su medida, interpretadas con abundantes teclados, destacada percusión y poderosos riffs de guitarras), se palpa ese ambiente de paso adelante en la fusión del garage-rock/blues-rock con el soul y el pop hacia un ritmo que expande aun más el rock psicodélico y anticipa (en cierta manera ya lo haría Spooky Tooth, la continuidad de Art), el rock progresivo de la siguiente década.
El perfecto comienzo fuzz feliz de "I Think I´m Going Weird", el "African Thing" (con un solo de batería que, según Kellie, pretende demostrar que la banda también experimentaba), la extraordinaria "Room With A View" (¡cuanto me recuerda al fabuloso "My Friend Jack" de The Smoke del mismo año 67!), la lisérgica balada de "Flying Anchors", la chulería rítmica del homónimo "Supernatural Fairy Tales", con una potentísima línea de bajo y galope de la batería, la voz de Mike Harrison puede agradar a Rudy tanto como la del favorito Chris Farlowe (The Thunderbirds, Atomic Rooster, Colosseum)..., esa cara A suena americana. En "Love Is Real", el corte que abre la cara B, maravillosos los efectos que acompañan al coro, el tema queda perfumado por un aroma semejante al de The Crazy World of Arthur Brown. "Brothers, Dads And Mothers" es la canción que retiene más el beat garajero (la necesaria parte de teclado ha quedado aquí un poco desplazada...), "Talkin´ To Myself" le sigue, y aquí Rudy se da de bruces con la pura melodía psicodélica inglesa. "Alive Not Dead" conserva algún resabio modish, algunos riffs suenan a Small Faces viajando ya hacia Humble Pie. Culmina el disco con "Rome Take Away Three" y, al igual que los dos temas anteriores, Art siguen sonando ahora muy ingleses, la sombra del "Ogden´s Nut Gone Flake" sigue siendo alargada.
Con la incorporación del americano Gary Wright a los teclados (ese mismo mes de diciembre de 1967) Art dejarían de existir para convertirse en Spooky Tooth. La publicación de su primer single justo un mes después de la aparición en el mercado de este "Supernatural Fairy Tales" no ayuda a la promoción de esta singularísima obra. Ni siquiera la excelente cubierta del disco, obra de Hapshash & The Coloured Coat (del que forma parte el mismo Guy Stevens), sirve para empujar las ventas. Rudy recoge a continuación las palabras de David Wells, autor del imprescindible "100 Greatest Psychedelic Records" (Record Collector, 2005): "Supernatural Fairy Tales" ha quedado relegado a la condición de un clásico perdido, uno de los primeros y genuinos álbumes psicodélicos grabados por una banda inglesa sin ningún pedigrí anterior en el mercado de aquellos últimos años 60. Parece que ese año 1967 "Days Of Future Passed" se llevaron todas las estatuillas. Lástima.
Otro de esos discos preciosos que se perdieron en la vorágine de pequeños discos preciosos que abarrotaron las tiendas británicas en aquel trienio legendario del 66-68: la saturación de la oferta fue determinante en la carrera de muchos grupos. Yo aquí, más que de una banda "seminal", hablaría de una evolución paralela a sucesivos cambios de nombre, ya que los VIPS son una banda de r'n'b que tienen prácticamente la misma plantilla. Cambian a Art tal vez porque quieren demostrar un cambio de estilo, y cuando vuelven a evolucionar son Spooky Tooth con el único añadido de Gary Wright, como bien dices.
ResponderEliminarEs verdad que tanto en la fase Art como después el ingrediente de rock duro está ahí, pero también coincidimos en que hay un inequívoco tono de pop británico; en Art se acercaban a la psicodelia (y por momentos pueden recordar incluso a los primeros Traffic), y en Spooky Tooth tienen baladas magníficas. El caso es ni siquiera Spooky Tooth llegaron a ser una banda de muchas ventas: en su primera época aún se mantuvieron con holgura, pero luego no les quedó más que el circuito yanki. Me parece una de esas bandas británicas injustamente olvidadas. Como lo es Humble Pie o algunas más, por cierto.
No conocía esa frase de Borges sobre Dante, pero a los que únicamente hemos leido "La Divina Comedia" e ignoramos el resto de su obra seguro que nos parece una frase ajustadísima.
Saludos mil.
Tras leer tu correo dejo a Charlie Parker y cambio a Spooky Tooth. La verdad es que después de escuchar a Art durnate un bueno rato apetece .
EliminarConsidero a la banda seminal etimológicamente, fue semilla que influyó en las otras bandas mencionadas en la entrada, todas importantes.
Resaltar la figura de Guy Stevens, el verdadero protagonista de la entrada es él, Rudy.
Gracias y saludos,
La idea es un bucle de nueve círculos concéntricos. Aunque puede que para alguno los círculos sean excéntricos. Por decirlo suavemente. Creía que tenía algo de Art. Solo he encontrado alguna canción suelta en colecciones como Rubble. He tenido que buscar en internet. The Last Puff, de Spooky Tooth sí que sonó mucho en nuestra buhardilla madrileña. Las dos versiones del disco de Art me parecen muy buenas. Tanto "For What It´s Worth", como "Come On Up". Y el disco entero creo que mereció más reconocimiento. Lástima.
ResponderEliminarOtro buen artículo aderezado con música. Por cierto, si quieres algo de Spooky Tooth, sí que tengo unos cuantos discos.
Saludos.
Gracias Bab, de Spooky voy casi completo.
EliminarEn la cabeza me surgen mil ideas y apenas me tomo en serio un par de ellas. Esta de los 9 círculos concéntricos es culpa de Dante, o de Beatriz.
Ahora que hablas de Rubble, voy a echarle un vistazo para repasar una colección delicatessen.
Bye,
Estuve oyendo ayer este álbum, tras leer tu suculenta reseña, que mezcla análisis fino e interpretación personal (no hace falta que diga que no lo conocía), pero con solo una escucha, y además de fondo, poco puedo decir aparte de que se dejó escuchar muy bien.
ResponderEliminarNo conocía el término ''heavy-psych'' pero me hago una idea, y diría que cuadra con algunos de los temas, por ejemplo el primero. ''African thing'' es un injerto rítmico interesante. La versión de Buffalo Springfield, por ser tan corta, me recordó a - y perdona si digo una tontería, debido a mi poco bagaje en el género - esas versiones cortas que incluyó 'Spirit' en alguno de sus discos. Y a partir de esos inicios, como en el vídeo de Youtube no estaban separadas las canciones, no sabría identificar cada tema ahora mismo. Tomo buena nota del disco.
Te felicito por el estilo borgiano que has conseguido en esta, y sobre todo en la anterior entrada. Aunque no siempre comente, sigo tu blog con interés: hablaste de Nirvana, con otras muchas referencias, y para mí fue la primera noticia de que han existido unos Nirvana distintos a los de Seattle comandados por Kurt Cobain.
¿Veremos entonces nuevos círculos dantescos? ¿En qué círculo cabrían 13th Floor Elevators? Esos no pueden permitirse ascender al Purgatorio.
Evidentemente, lo de 13th Floor Elevators.
EliminarGracias por la felicitación.
Art, como dices, se puede escuchar perfectamente de fondo, incluso algo bajo el sonido, y siempre (a mi me pasa) encuentras un ambiente especial, un eco lejano de Charing Cross.
Como comenta Rick al principio, el problema era que había demasiadas bandas buenas en Londres aquellos años. La demanda había crecido mucho pero ya un Lp se ponía en casi 2 libras. Las emisoras de radio apenas emitieron su magnífica versión de "What´s That Sound". Eran conocidos en el circuito de conciertos desde su época The VIPs, tenían buenos padrinos en Blackwell & Stevens, pero no tuvieron el éxito esperado.
Además, el nombre, Art, como Spirit, Traffic, cortos y con un significado.
Nirvana es de lo mejor que me ha pasado este año. Su escucha me tuvo muchas semanas atrapado. ¡Simon Simopath!, ya no quedan chavales como él.
Saludos,