SEGUNDO CÍRCULO: PINK FAIRIES.


Confieso que no fui capaz de adivinar la impostura cuando, dos noches de luna llena antes, contemplaba a Edith Rabatjoie leyendo la prensa en su casa de Dijon. Jacques Tardi la presenta dibujada de espaldas, la viñeta del comedor refleja el exceso decorativo del Segundo Imperio, los familiares que la acompañan se asemejan además a los sicarios que acompañarán a Adele Blan-Sec hasta París. No hay forma aparente de predecir el engaño hasta que, algunas páginas más tarde, asistimos a la suplantación de la identidad de una por la otra. 


Mientras exploro un nuevo argumento me sumerjo feliz en la relectura de "Adele y la Bestia. Las extraordinarias aventuras de Adele Blanc-Sec" de Jacques Tardi (Super CIMOC 1. Riego Edic.) Adele Blanc-Sec se dispone a disparar contra un pterodáctilo surgido misteriosamente del Museo de Historia Natural. De hecho, esta impactante escena que aparece en la portada de "Adele y la Bestia" no se muestra en ninguna de las viñetas que se suceden a lo largo de la obra, pero nos servirá más adelante para considerar los motivos que sirven de inspiración tanto a Jacques Tardi como al dúo formado por la fotógrafa Pennie Smith y Tony Vesely, autores de la portada del "Never-Neverland”.

 

Johnny Johnson (piano), músicos desconocidos (sección de viento), Willie Dixon (bajo), Odie Payne (batería) y la Gibson ES-350T de Chuck Berry interpretan "You Never Can Tell" (Chess 1906, Chicago, Noviembre de 1963) y, mientras John Travolta y Uma Thurman salen a la pista de baile, les invito ahora a ir más allá, a trascender incluso la aproximación de algunos críticos que hablaban de la fructífera transversalidad de los miembros de Pink Fairies como una de sus características fundamentales. Seamos rigurosos, de hecho Pink Fairies, al igual que muchas otras formaciones de la época (de esta en que vivimos también), se gesta con músicos que provienen, en sus distintas etapas, de otros muchos grupos. Surgen del primer The Deviants (antes, The Social Deviants) post-Mick Farren, de algunos otros sonados abandonos de The Pretty Things y de T. Rex, de The Move y UFO, de Chilli Willi, Red Hot Peppers y Lightning Raiders. 


El germen de la banda (originaria del Ladbroke Grove, cuna de la escena underground londinense) se encuentra en el The Pink Fairies Motorcycle Club and All-Star Rock and Roll Band, una improvisada asociación de sesudos borrachos, creada a finales de 1969 en el entorno del Speakeasy Club de Margaret Street y cuyo propósito principal era causar el mayor follón posible allá donde se encontraran. Entre sus más de 50 miembros (más o menos conocidos) se hallan Twink (batería del "S.F. Sorrow" de Pretty Things), Mick Farren (líder e ideólogo de The Deviants) y Steve Peregrin Took (percusionista de T. Rex). Se presentan por primera vez como Pink Fairies en un caótico concierto en la Universidad de Manchester. Colaboran, poco tiempo después, en las grabaciones de los álbumes "Think Pink" del mismo Twink (Polydor Rcds, 1970) y "Mona The Carnivorous Circus" de Mick Farren (Transatlantic Rcds, 1970). La por entonces casi enfermiza obsesión de Farren por escaparse de los programas de rehabilitación a los que se somete (además de su implicación como escritor y editor ocasional en la International Times) y la también (y no menos) excesiva dependencia de las drogas de Took, empujan a Twink a gestionar la repatriación desde USA del resto de los miembros de The Deviants para poder así continuar con el proyecto Pink Fairies. 


Nos hallamos a principios de 1971 y el sello Polydor acuerda con su mánager Jamie Mandelkau la grabación del single, "The Snake" / "Do It". La aceptable acogida de este su primer trabajo convence a sus ejecutivos para invertir en su álbum de debut, este que nos ocupa "Never-Neverland" (Polydor Rcds, 1971). Co-producido por Neil Slaven (un veterano en grabaciones con la Keef Hartley Band, Savoy Brown o Chicken Shack, más conocido posteriormente por su excelente biografía "Electric Don Quixote: The Definitive Story of Frank Zappa") y los miembros ya fijos de la banda, Paul Rudolph (guitarra y voces), Duncan Sanderson (bajo) y las dos baterías de Russell Hunter y Twink (este último también compartiendo las voces), supone el inicio de la andadura de una de las formaciones más singulares y representativas de la escena hippy y underground inglesa de los primeros años 70. 


"Never-Neverland" es el disco idóneo para un cierto tipo de aficionados "enrollados", entre sus surcos disfrutarán los enamorados del genuino aroma Ladbroke Grove-Performance, el sonido en directo del hard-rock underground inglés de los primeros 70 ("Do It", Say You Love Me", "Never-Neverland", "Track One Side Two", "Teenage Rebel", "Uncle Harry´s Last Freak-Out") combinado con baladas camperas de corte cosmik ("Heavenly Man", "Wargirl"), aderezado además con un par de boutades experimentales y melancólicas ("Thor" y "The Dreaming Is Just Beginning"). Todo ello alentado con no pocas referencias líricas al let´s get stoned tan propio entre las tribus de la época. Escucharlo hoy en día supone un ejercicio de añoranza de aquellos tiempos en los que la revolución parecía aun al alcance de la mano. Los seguidores de bandas como Edgar Broughton Band, Groundhogs, Gravy Train, Leaf Hound tendrán referencias sobradas.


Contra el fondo color gazpacho aguado del cielo de París se recortan los elevados perfiles negruzcos de los edificios. El relieve de la primera línea oscura de la yerba ya crecida (grácilmente perfilada en un plástico independiente) se delinea sobre un cielo añil claro en el "Never-Neverland". Los gnomos protagonistas de Pink Fairies se encuentran sentados sobre una esfera oviforme contemplando a un Mr.Smile rodeado de estrellas, mientras se le aproxima el casco de un galeón alado. Al extender la portada esos mismos gnomos ascienden por el tronco de una planta; el pterodáctilo despliega sus alas, su enorme pico muestra varias líneas de aserrados dientes, Adele hace equilibrios para mantenerse erguida en el tejado; el gnomo superior porta una chapa con la leyenda "Long Live Rock ´Roll", en el dedo medio de su mano derecha asoma un anillo con el símbolo de la paz, del bolsillo de un segundo gnomo sobresale lo que parece ser un porro y el extremo de un librillo de papel de liar. 


Pink Fairies fueron junto a Hawkwind la formación que compendia de una forma más clara los estertores de la filosofía hippy; de hecho, los miembros de ambos grupos se intercambian con frecuencia para dar así forma a Pinkwind, un conglomerado que participa en un buen número de conciertos, libres y gratuitos, organizados paralelamente a los oficiales de la época. Bath (el do de pecho de Led Zeppelin), Isla de Wight, Worthing (en el no tan conocido Phun City Festival, compartiendo cartel, en su primera presentación en Inglaterra, con MC5; mientras dos Fairies actúan desnudos William Burroughs muestra a los asistentes interesados su técnica narrativa del cut-ups), Glastonbury Fayre, Weeley (el anunciado Woodstock inglés en el que se desata la violencia entre bandas rivales de moteros y los propios asistentes al concierto), Windsor, Trentishoe... Concluyamos entonces hablando de Pink Fairies como de un grupo de cierto cariz revolucionario, una formación que propagó la idea de la utopía anarquista como forma de vida, el empleo del rock´n´roll como herramienta válida de lucha y provocación contra el sistema clasista y la hipocresía de la sociedad burguesa dominante.



Comentarios

  1. Debo de ser uno de esos aficionados enrollados y enamorados de Pink Fairies. Mi favorito de la banda es "Kings Of Oblivion", aunque es cierto que lo que en él se ganaba en contundencia y musicalidad se perdía en la entrañable psicodelia space y fumada de "Never Never Land" y "aquellos tiempos en los que la revolución parecía aun al alcance de la mano", como dices. Hoy —por desgracias— no se ve ni a miles de kilómetros.

    Un abrazo.

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    1. Ando como loco detrás de alguna copia de sus dos siguientes álbumes. Los tengo localizados, solo falta LA PASTA...
      Bueno, ya sabía que eras fan de los Fairies, así que deduje que con esta entrada, centrada además en la época más desmadrada y fumeta de los ingleses, recordarías tus años mozos de desbarre total.
      Los Fairies fueron uno de los poqúísimos grupos concienciados con un cierto mensaje revolucionario. Más que con las armas a la clase dirigente se la puede incomodar con la provocación. De ahí a vencer va un abismo. Pero bueno, queda el ejemplo, el mensaje.
      Abrazos,

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  2. Hombre, los Fairies, cuánto tiempo....

    Supongo que nos pasa a muchos: cuando de pronto te encuentras con un nombre del que hace mucho que no oyes hablar te entra la nostalgia. Será la edad, supongo. Y por lo general ese semiolvido se debe a que nunca son nombres que hayan sido muy cercanos. Ya me pasaba con los Deviants, que esa mezcla de hard y heavy, ese sonido psicodélico/progresivo era un tanto lejano a mí (de hecho también me pasa con la última época de los Pretty Things, ya que los citas).

    Los grupos de querencia ácido/fumeta (stoner rock, heavy psych o como los llamen ahora) son producto de una época muy concreta -o, dicho de otro modo, se les nota mucho el paso del tiempo-. Pero van dejando un reguero de fans a muerte, eso no se les puede negar: pasa también con el heavy espacial de los Hawkwind y ese tipo de gente. En fin, que esta entrada me ha tocado la fibra sensible más por nostalgia que por afinidad.

    Y como siempre, ese envoltorio "novelesco" con el que revistes tus posts les dan un realce que alcanza el mismo valor que su contenido musical. Vamos, que da igual de quien hables porque ese protagonista solo es uno más dentro de un conjunto plenamente literario.

    Saludos mil.

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    1. Pues celebro que te haya tocado la fibra sensible; en el fondo hablar de estas bandas tan antiguas, y sobre todo para los que ya tenemos unos años, viene a producir sensaciones de ese tipo. El tiempo pasado también otorga a ciertos grupos una patina de celebridad y reconocimiento, convirtiendo además a sus seguidores, lo indicas en tu comentario, en fans a muerte. Con los Fairies, Deviants y Hawkind (también con los que menciono, Edgar Broughton Band, Gravy Train, Groundhogs...) me pasa eso. Toda ls escena del Ladbroke Grove- Performance encierra una de las épocas doradas del mejor Londres underground. Hay que rememorarlo.
      Gracias y saludos,

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  3. He tenido que tirar de discos duros para encontrar a Pink Fairies. Tenía "Never-Neverland” desde los tiempos de 1PocodMusica. No me acordaba apenas de él. Ha valido la pena oírlo de nuevo. Y al #3 de The Deviants. Demasiada música tenemos archivada para una sola vida. Lo que sí tengo más fresco porque lo mamé de jovencito es a The Pretty Things. Incluso tengo un par de versiones de ellos de esas de andar por casa (“Come see me” y “L.S.D.”). A Chuck Berry lo dejo para otro día. De sopetón nos encontramos con William Burroughs y la utopía anarquista. No está nada mal.
    Saludos.

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    1. Como le comentaba a Rick, lo que más me motivó para elegir la banda y esa su "Never-NeverLand", fue rememorar la mágica época del Londres de los muy primeros 70, en su versión más underground y contra-cultural. Allí, y en aquellos años, se coció mucho del prestigio musical y activista de una ciudad poco después vencida por los jeques árabes, oligarcas rusos y la gentrificación rampante. Yo llegué allí por primera vez en el verano del 74 y todavía quedaba algún rescoldo de aquello.
      Gracias y saludos,

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