BILLY NICHOLLS. "WOULD YOU BELIEVE" (1968)



Seré breve, empezaré por el final, justo en aquel momento en que el detective Mollet arrojó con golpe de madera la foto sobre la mesa. Observe con cuidado aquí - comenzó diciendo mientras mostraba la cubierta del disco - aquí, en el retrato de dos de los protagonistas; en el centro, Billy Nicholls, a la derecha, el de Steve Marriott. La imagen del primero refleja un espíritu ingenuo, bondadoso, la del segundo... - su cara adoptó una expresión extraña - ¡ah, esa imagen!..., esa sonrisa de sierra dentada, los ojos orientales, sesgados, ese perfil de mandarín tortuoso... ¡fíjese bien! - insistió ahora casi alterado - ¿qué le sugiere?

Según me comentó X meses más tarde, la pregunta del detective Mollet le dejó entonces bastante perplejo, definitivamente intranquilo cuando en sus últimos comentarios añadió la idea de una conspiración, un complot contra Billy Nicholls deliberadamente planeado por una mente enfermiza.

X opinaba que, si ese fuera el caso, la figura de Billy Nicholls no se merecería una historia de esa naturaleza. Un adolescente de apenas 16 años, procedente de una familia con antecedentes musicales, que acude a una figura de la talla de George Harrison para que le ayude con sus primeras composiciones. Su posterior encuentro con Andrew Loog Oldham, el contrato firmado como compositor de su sello Immediate Records,  temas suyos incluidos en obras de Del Shannon ("Home And Away", Immediate Rcds, 1968) o Dana Gillespie ("Foolish Seasons", London Rcds, 1968), colaboraciones (no suficientemente acreditadas) en el "Odgen´s Nut Gone Flake" de sus colegas de Small Faces. El camino de Billy Nicholls sorbía zumo de limonada bajo la luz del sol.

Repasando las conclusiones del expediente del detective Mollet, X recordaba enterarse de una serie de hechos irrefutables. a).- Poco antes de la fecha prevista para el lanzamiento del disco (Abril de 1968), Andrew Loog Oldham recibe la visita de Joseph Quinn, un Agente del sello Capitol Rcds con sede en Los Ángeles, California. b).- Quinn habla en nombre de Brian Wilson y le manifiesta la preocupación de este último por la inminente publicación del disco "Would You Believe" de Billy Nicholls. Aduce que, dada su pretendida similitud con el "Pet Sounds" de The Beach Boys, el célebre líder de dicha banda teme perder influencia y ventas de su obra en Inglaterra. c).- Bajo el pago de una cantidad de dinero previamente acordada, Quinn y Oldham acuerdan no publicar el disco de Nicholls argumentando las dificultades económicas por las que atravesaba el sello londinense.

X coloca en el reproductor el CD publicado en 1999 por Sequel Rcds. Previamente a su audición reflexiona, por mucho que se empeñe el texto adjunto en comparar la obra de Nicholls con la obra maestra de los californianos, a X no le cuadra del todo esa afirmación. Es cierto que desde su publicación dos años atrás, la influencia de "Pet Sounds" es enorme, la calidad de sus temas, la emoción e intensidad de las composiciones de B.W. es indudable. Demos por sentado que la intención, tanto de Nicholls como de Oldham, es la de acercarse lo más posible a la esencia del sonido de los californianos. Y si la falta de un elenco de músicos de sesión como la Wrecking Crew fuera un problema, Oldham incorpora a otros grandes intérpretes del momento, los miembros al completo de Small Faces, Big Jim Sullivan, John Paul Jones, Nicky Hopkins, Jerry Shirley, el niño bonito Caleb Quaye, ¿alguien puede ofrecer algo más en aquel Londres mágico de 1968?

Desde su mismo inicio con el tema homónimo, este "Would You Believe" crece como una hermosa marea del mejor pop inglés de la época. Esta misma canción (incluida junto a "Daytime Girl" en el primer single) escenifica el carácter del disco. Melodías orquestadas amparando un dulce sonido psicodélico, barroco a la Left Banque en algunos casos ("Come Again", "Life Is Short", "Daytime Girl"), "sunshine" ("Feeling Easy"). "Daytime Girl (Coda)" es, sorprende reconocerlo, el tema que por sus trabajadas armonías vocales, más se pudiera parecer al arquetipo de Beach Boys.

A partir de "London Social Degree" (¡¡como suena esa entrada a los posteriores The Happy Mondays!!), el disco adquiere algo más de fuste kinkiano, hazaña que vuelve a repetirse en "Portobello Road", la calidad de los teclados de Nicky Hopkins se nota. "Question Mark" y "Being Happy" retornan al pop "sunshine", excelentes esas líneas rasgadas de guitarra en el primero, al segundo le sobra una producción algo recargada. "Girl From New York", en la onda de los propios Small Faces, la balada queda bien conjuntada en el tema más contundente y roquero del disco. "It Brings Me Down" resuelve el dilema para X, cuando Billy Nicholls se acerca a California lo hace asomándose más a Mamas & Papas, excelente el cierre de teclados y percusión del tema estrella de la grabación. Concluye el CD con los cortes correspondientes al single comentado anteriormente.

Existe otra versión del final de la historia. Al infeliz trance de distribuir las poquísimas copias grabadas de este "Would You Believe" tan solo en algunas emisoras de radio, medios y periódicos de la industria, técnicos de grabación, músicos amigos y conocidos del productor principal, el destino le depararía un desenlace más triste. Se rumorea que una cantidad nada desdeñable de los pocos ejemplares publicados se utilizó como lastre en algún navío que hacía la ruta marítima hasta Escandinavia.




Comentarios

  1. Para empezar: Tengo el doble CD "Would You Believe. Deluxe Edition CD". Con eso te lo digo tó, y no te digo ná. Muy buen crónica, como siempre. Sí que se nota la influencia del Pet Sounds (uno de mis discos preferidos de todos los tiempos). Y a falta de los Wrecking Crew, que menos que Small Faces al completo. Supongo que a Brian Wilson le gustaría este especie de homenaje. No me había percatado de lo que comentas sobre su aproximación a los Kinks o a Mamas & Papas., entre otros. Da gusto leerte repasando el disco que comentas en cada entrada. Una buena experiencia.
    Saludos.

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    1. ¡Pues no empieza usté fuerte ni na!, alardeando de la Deluxe Edition en doble CD, menuda joyita obra en su colección, amigo Bab. Yo me mantengo en mis trece. Además de la influencia beachboyana del disco de Billy y Andrew, veo más marca Mamas & Papas en el sunshine pop californiano (el tono que más abunda en el disco), además de Left Banke, Kinks y Small Faces. Este disco arrastra un poco el sambenito de ser "la más exclusiva y clásica respuesta british a la obra maestra de la banda de los hermanos Wilson & Cia" No llevaré la contraria a la opinión más mayoritaria, pero yo veo más cosas ahí dentro.
      Saludos y gracias.

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  2. Comenzar por el final es un lujo, si lo haces tú. Llevo mucho tiempo sin oirlo, creo que desde que lo incluí entre los 1050 discos cardinales, y me han entrado unas ganas tremendas. Por cierto, nunca me había fijado que en la foto distorsionada era Marriott el de la derecha. Un abrazo, Don Javier.

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    1. Muchas gracias maestro fallero Mestre. Yo también lo tenía medio olvidado y en estos días de terrible calor decidí pegarme una buena zambullida en él. ¡Y por cierto que me dejó el cuerpo como nunca!. Este es un gran disco, agradecido, entrañable, el clásico empujón que te reconcilia con el mundo.
      Abrazos,

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  3. Pues no lo he catado, y eso que está en el libro de Juanjo. Error a corregir tras leerte.

    Un abrazo, Javier.

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  4. ¡Ya estás tardando pamplonica! Espero tus comentarios en la próxima zambullida.
    Abrazos para toda la cuadrilla.

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  5. No discuto que algo hay del "Pet sounds" en este disco, pero tienes razón: hay muchas cosas más. Y hay sobre todo un carácter, el británico, cuyo espíritu pop es mucho más urbano; no tan ensoñador como el estadounidense (que a veces puede llegar a parecer adormilado), pero con más nervio. Canciones como "London social degree" (una de mis favoritas pop de siempre) es muy definitoria, y no porque hable de Londres.

    Pero dejando este tipo de minucias aparte, sí señor: otra obra maestra que cayó en el limbo porque el mundo va como va. No soy yo muy partidario del formato CD, pero qué sería de nosotros sin él....


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    1. Si, desde luego, hay muchas cosas más en este brillante disco, no solo aparecen Beach Boys, por mucho que se empeñen autores y productores. Creo que de esa vena psicodélica que comentas salen más influencias que vienen a enriquecer, aun más, esta obra.
      Y lo del CD..., comparto totalmente tu opinión, de hecho, apenas los oigo. El tema es que esta obra solo se ha reeditado en ese formato, que yo sepa. Las primeras y escasísimas copias se venden a precio de oro.
      Gracias y saludos,

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