BILLY NICHOLLS. "WOULD YOU BELIEVE" (1968)
Seré breve, empezaré por el final, justo en aquel momento en que el detective Mollet arrojó con golpe de madera la foto sobre la mesa. Observe con cuidado aquí - comenzó diciendo mientras mostraba la cubierta del disco - aquí, en el retrato de dos de los protagonistas; en el centro, Billy Nicholls, a la derecha, el de Steve Marriott. La imagen del primero refleja un espíritu ingenuo, bondadoso, la del segundo... - su cara adoptó una expresión extraña - ¡ah, esa imagen!..., esa sonrisa de sierra dentada, los ojos orientales, sesgados, ese perfil de mandarín tortuoso... ¡fíjese bien! - insistió ahora casi alterado - ¿qué le sugiere? Según me comentó X meses más tarde, la pregunta del detective Mollet le dejó entonces bastante perplejo, definitivamente intranquilo cuando en sus últimos comentarios añadió la idea de una conspiración, un complot contra Billy Nicholls deliberadamente planeado por una mente enfermiza. X opinaba que, si ese fuera el caso, la figura de Billy Nicholls no se mere
Es curioso ver cómo unas escenas que probablemente han sido repetidas muchas veces adquieren nueva vida gracias a los encuadres, que son realmente los que revelan el carácter del fotógrafo. La primera, que podría parecer insustancial, es precisamente la que más me gusta, porque tiene un raro punto insólito que no sabría describir. Quizá la segunda sea más convencional, puesto que la pintura de la pared ya da mucho trabajo hecho, y la tercera es otra demostración de lo artística que puede llegar a ser la simplicidad y economía de medios. Se nota el tono profesional, no hay duda.
ResponderEliminarGracias Rick. La primera la vi en seguida, fue instantánea. La segunda, más fácil, la tercera, fue una revelación, en no pocas veces se observan cosas más seductoras a pie de calle, sin necesidad de mirar más arriba.
ResponderEliminarSaludos,
Javier.
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